PARÍS-ATENASEl nacimiento de la Grecia moderna (1675‐1919)

PRESENTACIÓN

Por medio de esta exposición, celebrada con motivo del bicentenario de la Revolución griega de 1821, se busca poner de relieve los lazos existentes entre Grecia y la cultura europea, con especial hincapié en los vínculos establecidos entre París y Atenas.

En los siglos 17 y 18, los embajadores que se dirigían a la Sublime Puerta descubrían, a su paso por Grecia, una provincia otomana, la cual despertaba un gran interés entre artistas e intelectuales. En 1821, la Guerra de Independencia de Grecia, que contaba con el apoyo militar y financiero de ciertos países europeos, suscitó el entusiasmo popular. Tras su liberación en 1829, Grecia proclamó Atenas como capital en 1834. La presencia alemana y francesa en su territorio condicionó la construcción de la identidad cultural moderna del nuevo Estado griego, que nutrió del neoclasicismo francés y alemán. La defensa del patrimonio nacional y la colaboración europea, marcada por la creación de institutos arqueológicos —como la Escuela Francesa de Atenas en 1846—, originaron un vuelco en el conocimiento que se tenía del pasado material del país heleno.

Dicha exposición intenta relacionar, por primera vez, esta historia de la arqueología con la del auge del Estado griego y de las artes modernas. Las excavaciones de Delos, Delfos o de la Acrópolis nos han permitido redescubrir una Grecia colorida y alejada de los cánones del neoclasicismo, mientras que, a finales del siglo 19, las grandes exposiciones universales muestran un nuevo arte griego moderno que deja patente la identidad bizantina y ortodoxa de Grecia.

COMISARIOS

Marina Lambraki Plaka, directora de la Pinacoteca Nacional–Museo Alexandros Soutsos (Atenas); Anastasia Lazaridou, directora de Museos Arqueológicos, Exposiciones y Programas Educativos dentro del Ministerio de Cultura y Deporte (Atenas); Jean-Luc Martinez, presidente-director del Museo del Louvre, con la colaboración de Débora Guillon