Reencontrarse con Van EyckLa Virgen del canciller Rolin

Para compartir con el público el acontecimiento que representa esa restauración histórica (el cuadro no se había restaurado nunca desde su llegada al Louvre en 1800), el museo ha decidido dedicar la primera exposición de investigación que se presenta en la Sala de la Capilla desde 2014 a la obra maestra de Jan van Eyck: El canciller Rolin en oración ante la Virgen y el Niño, también conocida como La Virgen del canciller Rolin. La restauración, que sobre todo ha permitido aligerar las capas de barniz oxidado que ensombrecían la pintura, ofrece un redescubrimiento espectacular del cuadro.

La operación se ha enmarcado en el impulso actual al estudio de las obras de Van Eyck, iniciado con la restauración del retablo de la Adoración del Cordero Místico de Gante. Hace casi diez años que esos diálogos internacionales e interdisciplinarios renuevan con fuerza las interrogaciones de los especialistas. A su vez, el Louvre pretende mostrar al público de qué modo los estudios realizados en el Centro de Investigación y Restauración de los Museos de Francia, así como la restauración en sí, cuestionan lo que creía sobre esta obra, conocida durante mucho tiempo como La Virgen de Autun.

Este importante cuadro del arte occidental, sorprendentemente poco conocido en la actualidad, puede parecer difícil de entender. Por eso la exposición tendrá como guía una serie de preguntas que servirán al mismo tiempo de etapas de la contemplación del cuadro: ¿con qué objetivo(s) creó Van Eyck esta obra tan especial, destinada al canciller Nicolas Rolin?,  ¿por qué pintó de fondo un paisaje tan miniaturizado que resulta casi invisible?,  ¿qué significado tienen los dos pequeños personajes del jardín?,  ¿qué diálogos entabla el cuadro tanto con el arte de la iluminación como con los bajorrelieves funerarios esculpidos?,  ¿se puede saber cómo entendieron esta obra los artistas del siglo 15? La Virgen de Rolin sintetiza, en cierto modo, las tensiones que dominaron el arte flamenco del primer tercio del siglo 15, entre la tradición medieval y la experimentación revolucionaria.

El análisis de La Virgen del canciller Rolin se verá enriquecido por su comparación con otras obras de Van Eyck, pero también de Roger van der Weyden, de Robert Campin y de los grandes iluminadores de la época. Alrededor de sesenta tablas pintadas, manuscritos, dibujos, bajorrelieves esculpidos y objetos de orfebrería se reunirán de forma excepcional, gracias al apoyo de numerosos museos e instituciones de Francia y el extranjero, como el Museo Städel de Frankfurt (que presta por primera vez La Virgen de Lucca), la Gemäldegalerie de Berlín, la Biblioteca Real de Bruselas, la Biblioteca y Museo Morgan de Nueva York y el Museo de Bellas Artes de Filadelfia.

Comisarios

 Sophie Caron, conservadora del Departamento de Pintura del Museo del Louvre