Los albores del Renacimiento en el palacio del LouvreLa sala de las Cariátides
Este es probablemente uno de los testimonios arquitectónicos más hermosos del Louvre del Renacimiento. La sala de baile de los reyes de Francia marcó el principio de ese nuevo estilo artístico en París. Desde el siglo 17, la sala alberga bajo sus amplias bóvedas una prestigiosa colección de esculturas de la Antigüedad.
Transformar el Louvre
1528. El rey Francisco I decidió derribar el viejo torreón de la fortaleza del Louvre. ¡El austero castillo medieval pasaba a la historia! Desde el principio de su reinado, trece años antes, el monarca quiso imponer en Francia una corriente de renovación artística procedente de Italia: el Renacimiento. Eso explica, por ejemplo, el hecho de que el monarca invitara a la corte a Leonardo da Vinci, al que más tarde seguirían otros artistas italianos, como Rosso Fiorentino y Primatice, que participarían en las obras de los castillos que la realeza tenía en la región parisina y a orillas del Loira.
Francisco I eligió el Louvre como residencia principal en París. Sin embargo, para dotar al viejo castillo defensivo del lujo y el boato que había podido admirar en los palacios italianos se hacían necesarias determinadas reformas. Así, en 1546 colocó al arquitecto Pierre Lescot a la cabeza de esa obra colosal. Tras la muerte del monarca al año siguiente, su hijo, el rey Enrique II, continuó su labor.
Las cariátides
Fue, así pues, Enrique II quien concluyó la construcción de esta amplia sala de aparato. Las cuatro cariátides que sostienen la tribuna de los músicos le dieron nombre. Esas columnas de 1550 en forma de figura femenina son obra del escultor Jean Goujon y constituyen un claro ejemplo del gusto renacentista, el cual se inspiraba en la Antigüedad. En este caso, el artista reinterpretó un monumento del siglo 2 a. C.: el foro del emperador Augusto en Roma.
Una sala de aparato
La sala de las Cariátides ha tenido muchas funciones, entre las que destaca la de salón de baile. Es prueba de ello la tribuna en la que se instalaban los músicos. Este espacio fue también escenario de grandes acontecimientos históricos, como la ceremonia funeraria posterior al asesinato de Enrique IV en 1610. Aquí actuó también por primera vez Molière ante Luis XIV interpretando su comedia El despecho amoroso, seguida de El atolondrado y Las preciosas ridículas.
De sala de baile a museo
A partir de 1692, empezaron a exponerse en esta sala esculturas de la colección de Luis XIV. Pasó a conocerse como la sala de Antigüedades. En 1806, Napoleón I la unió a la galería de Antigüedades que mandó montar en las salas vecinas a Charles Percier y Pierre Fontaine. Ambos arquitectos se encargaron de terminar la decoración de la sala de las Cariátides: se esculpieron entonces los arcos de la bóveda y se reconstruyó la chimenea en torno a las dos figuras alegóricas de Jean Goujon.
Obras maestras griegas y copias romanas
En la actualidad, la sala de las Cariátides alberga obras maestras de las colecciones de escultura griega, en especial representaciones de divinidades y héroes de la mitología.
Algunas de las obras expuestas aquí son en realidad copias romanas de mármol de originales griegos de bronce. Se trata de algo muy frecuente, ya que se han conservado muy pocas esculturas griegas de bronce de gran formato.
Un caso destacado es el de Artemisa y la cierva, en el centro de la sala. Este mármol data del siglo 2 d. C. y sigue un modelo creado hacia el 330 a. C. También se conoce como Diana de Versalles, ya que durante mucho tiempo decoró la galería de los Espejos del palacio de Versalles.
La sala de las Cariátides
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Un poco de historia
Las colecciones de antigüedades griegas y romanas fueron llegando progresivamente al Louvre. Para empezar, en 1692 Luis XIV instaló una parte de su colección en la sala de las Cariátides. Después, a partir de 1798, llegaron nuevas antigüedades apresadas en las campañas de Italia. Entonces se creó la galería de Antigüedades en los antiguos aposentos de Ana de Austria. Más tarde, en 1807, Napoleón I adquirió la colección de su cuñado el príncipe Camilo Borghese. Para acogerla, el emperador mandó ampliar la galería de Antigüedades sirviéndose de las salas vecinas, que hoy exponen, entre otras obras maestras, la Venus de Milo.
Obras destacadas
Dioses y héroes del mundo griego antiguo
Artemisa y la cierva, conocida como Diana de Versalles
1 sur 10
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Apolo sauróctono
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